domingo, 11 de abril de 2010

Batallas de la primera guerra mundial



La batalla de Coronel o Batalla del día de Todos los Santos fue un combate naval de la Primera Guerra Mundial que se libró en aguas territoriales chilenas a la altura de la Bahía de Coronel (Chile),[1] entre la flota del almirante alemán Maximilian von Spee - compuesta por los cruceros acorazados Scharnhorst y Gneisenau y los cruceros ligeros Leipzig, Nürnberg y SMS Dresden - y la flota inglesa - compuesta por el Glasgow, el Crucero Monmouth, el Otranto y el Crucero Good Hope -, al mando del almirante sir Christopher Cradock, en la que resultaron hundidos el Good Hope y el Monmouth el 1 de noviembre de 1914, muriendo el almirante Cradock en la batalla.

El 12 de octubre de 1914, a los barcos alemanes Scharnhost y Gneisenau se les unió en la Isla de Pascua el Leipzig, que había sido perseguido por los enemigos desde la costa mexicana y el Dresden. Luego (el 19 de octubre), Von Spee dio la orden de partir, haciendo escala en las islas de "Más Afuera", Archipiélago Juan Fernández. El 30 de octubre llegó a Valparaíso

Asimismo, el 14 de octubre de 1914, el contralmirante Cradock y su flota estaba anclada en las islas Malvinas del sur cuando recibió la orden de interceptar y destruir a la escuadra alemana que venía por el Pacífico. Cradock dejó Puerto Stanley el 22 de octubre y se dirigió con su escuadra hacia el Pacífico vía Cabo de Hornos, dejando al veterano Canopus, un viejo acorazado, resguardando el puerto. Cradock pidió refuerzos a Inglaterra, ya que su escuadra no estaba a la par con la escuadra alemana, pero su petición fue rechazada. Había enviado al crucero Glasgow a Coronel para colocar telegramas, y esto llegó al conocimiento de Von Spee, quien se dirigió con sus navíos a ese puerto. El Glasgow sirvió sin querer de carnada, mientras Cradock buscaba al crucero alemán Leipzig que radiaba insistentemente mensajes.

Ambas escuadras se avistaron al atardecer del 1 de noviembre a 50 millas al frente de la bahía de Coronel, viniendo la escuadra alemana desde alta mar hacia el este y la escuadra inglesa pegada a la costa hacia el norte.

Cradock pensó en un ataque rápido y viró hacía la escuadra alemana con el Good Hope y sus cañones de 235 mm; a su vez, Von Spee viró a babor y se colocó paralelo. El Scharnhorst disparó hacia el Good Hope con un mayor peso y cadencia de tiro que el inglés. El Gneisenau disparó sobre los navíos menores. A la décima andanada la escuadra inglesa estaba desbaratada.

Ya anocheciendo, la escuadra alemana, sin mayores daños, dispersó a los restos de la escuadra inglesa. El Good Hope y el Montmouth estaban gravemente dañados.[1]

Una violenta explosión, al parecer en el pañol de municiones del Good Hope sirvió de referencia a los artilleros alemanes, quienes dispararon una salva en altura que cayó sobre el exánime navío y lo hizo estallar del mismo modo que el crucero de batalla Hood 27 años más tarde.

El Monmouth tenía un impacto a proa y se hundía lentamente; ya de noche (cerca de las 21 horas) se acercó el Nürnberg y remató al semihundido navío a cañonazos. El Glasgow y el Otranto huyeron mar adentro. El rescate de náufragos ingleses resultó imposible a causa de las grandes olas.

Luego de haberse reunido la escuadra alemana, se alejó del lugar hacia Valparaiso para reaprovisionarse. Este simple hecho daría tiempo a Inglaterra para adelantarse a la próxima jugada de Spee.

Murieron 1.654 marinos ingleses, además de la pérdida de un crucero pesado y uno ligero, quedando el Océano Pacífico a merced de la escuadra alemana. Von Spee supuso que las Islas Malvinas, importante enclave británico en el Atlántico Sur, estaban indefensas y decidió dirigirse hacia allí para tomarlas.

Cabe destacar que las condiciones fueron favorables para la escuadra germana, ya que el sol al atardecer dejaba a la expedición naval inglesa expuesta nítidamente, mientras que los cruceros alemanes se ocultaban tras nubes y la Cordillera de la costa. Enormes olas inutilizaban parte de la artillería de 152 mm de los cruceros Good Hope y Monmouth. Casualmente las dos naves se encuentran hundidas hasta el día de hoy en la costa de Coronel.

El golpe al orgullo británico fue duro, ya que desde 1741, a manos de los españoles, la Marina Real Británica no había visto una derrota tan humillante. El almirante John Fisher ordenó la inmediata partida del almirante sir Frederick Sturdee a la zona del conflicto, lo que desencadenaría otra batalla naval más, la batalla de las Malvinas.

Después de la batalla, la escuadra alemana anduvo victoriosa por los puertos chilenos y retrasó su partida a su futuro destino en 18 días. Esto perdería a Von Spee, pues le daría tiempo a los ingleses para preparar la venganza a la afrenta de Coronel.

En la rada de Coronel, hay una placa recordatoria en honor a los caídos en el combate.

Imagen 1: Armada alemana en el puerto valparaiso

Imagen 2: movimientos de las flotas en la batalla

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